EL TURRON, EL POSTRE DE LAS NAVIDADES
El turrón es el
dulce español más internacional, cada Navidad se convierte en el postre
estrella, no en vano, ¡¡¡se consumen unos 46 millones de kilos de turrones en
España cada año!!!
¿En
qué se diferencia de cualquier otro dulce? Pues en que la base del turrón es un
fruto seco (no necesariamente almendras) mezclado con azúcar.
La definición legal de turrón según el Real Decreto 1787/1982 es la
masa obtenida por cocción de miel y azúcares con o sin clara de huevo o albúmina,
con incorporación posterior y amasado de almendras tostadas, peladas o con
piel. La miel podrá ser sustituida total o parcialmente por azúcares en sus
distintas clases y derivados.
Siendo, el ingrediente
mayoritario la almendra. Esta definición corresponde al turrón tradicional
(duro y blando). El Consejo Regulador del turrón de Jijona distingue entre dos calidades para conceder su
Denominación de Origen: extra y suprema. Los de calidad suprema, la más alta,
deben tener un 60% de
almendra como mínimo en el turrón de Alicante (el
conocido como «duro») y un 64%
en el Jijona (el «blando»).
Recordemos que en la
composición nutricional de las almendras las grasas suponen casi el 50%, aunque destacan
los ácidos grasos mono y poliinsaturados (que son grasas saludables). Pero
también son una fuente de proteínas (18%) y de fibra (10%) y que tienen bajo
contenido en azúcares.
Pero el valor calórico del turrón es alto, con una media superior
a las 500 calorías por 100 gramos, sin diferencia entre los turrones
tradicionales y los aptos para personas con diabetes o light. La razón es el
contenido elevado en hidratos de carbono del turrón aportados por la miel
y los azúcares, con una media entre 40 y 50 gramos por 100 gramos de turrón.
Hay también que tener en cuenta que los
turrones sin azúcares añadidos no son productos “light” tal como los entendemos (con bajo aporte
energético) ni “bajos en calorías”. Para conseguir un turrón “sin azúcares
añadidos” lo que se hace es sustituir en el turrón normal esos azúcares por
polioles, por lo que estos productos no son “light” en cuanto a las kilo calorías que nos aporta. Además, prácticamente contienen el mismo aporte de
grasas.
En definitiva, el turrón es un alimento que hay que consumir con sumo cuidado para quienes padecen de diabetes, sobrepeso, obesidad o intentan controlar su alimentación por lo que debe ser consumido en pequeñas cantidades. Sobre todo teniendo en cuenta que a diferencia de hace décadas, disponemos de ellos en las tiendas de alimentación desde meses antes de las Navidades e incluso meses posteriores y de que no se consumen solos, sino acompañados con pan, otros dulces, etc.
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